Soria, un lugar lleno de magia, historia, leyendas, trabajo y sobre todo un modelo de Comunidad.
Una empresa textil que tuvo su auge desde inicios del siglo XX hasta las décadas de 60´s y 70´s donde el declive de la actividad económica del recinto, fue importante… Hoy, la sinergia de sus encantos tiene a la fabrica laborando a un 20% de su capacidad, en donde este lugar místico, lúgubre, pero al mismo tiempo con sensaciones brillantes, presenta una gran cantidad de posibilidades para el sitio, para los residentes… un lugar que espera ser redescubierto a plenitud.
A propósito de ello, mi querido Mateo Pazzi nos cuenta:
SORIA
prisma, lanzadera & enroque
2021 -2022
“Solo por su luz la casa es humana. Ve como un hombre. Es un ojo abierto a la noche.”
GASTÓN BACHELARD
La Poética del Espacio
Gusto de epilogar que el espacio no puede pronunciarse en tónica direccional, ni guarda estatutos jerárquicos o suertes de régimen que codician verticalidad en su sentido. Por el contario, adoro exaltar sus facultades de prisma, de misterio y polisemia, presentándose lo mismo equivalente que infinito. No se trata de hábitos ni de haberes propios de la glosa arquitectónica; aquí hablamos de extralimitar la presencia, el observar y los sentipensares en el momento que logramos pisar algún territorio que ostente esa reveladora seducción en cada nervadura de su construcción.
Las tierras y los históricos capítulos de Soria son argumento idóneo para lanzarnos a la defensa de este manifiesto. El origen de su poblado y las leyendas hilvanadas en torno a su centenaria fábrica textil fortifican la creencia sobre cómo debería ser el mundo en su esencia integradora, la naturaleza en su manto protectora y la monumentalidad de la labor humana en su encanto regidora; una interpretación que se presume inmediata frente a esos muros que albergan maquinarias de antaño y personalidades de grandiosa veta capturadas por una luz divina que se muestra tamizada para acentuar su noción de trascendencia.
En un sugestivo antónimo de ausencia, este escenario es lo suficientemente alentador para despertar el interés de las mentes atraídas por las formas incorpóreas que nacen de la luz y se conjuntan con los elementos que moran sus vistazos. Otrosí, cuando el espacio en la congruente mirada del fotógrafo provoca una experiencia lindante a la impresión absoluta. Así las fotografías del arquitecto Carlos María Flores en su visita al pueblo de Soria, desplegando composiciones centrífugas de figuras y de paisajes, de armatostes y de cuerpos telares, de realidades y de ensoñación; fino enroque buido tan acuciosamente que habremos de seguir dialogando en órbitas de ello sin imponer condición alguna para cuando finalmente den con el sitio de tan atrayente mención.
Mateo Pazzi
