Blanca navidad

El dióxido de azufre SO2 daña directamente a la vegetación y en el ser humano es efectivo para perjudicar pulmones. Éste y otros contaminantes primarios, como el dióxido de carbono, el monóxido de carbono o el monóxido de nitrógeno, pueden alterar de forma directa y muchas veces permanente a la gran mayoría de los seres vivos del planeta.

En México alrededor de 40,000 personas mueren al año por causas relacionadas con la contaminación del aire:

13% Neumonía
34% Accidente cerebrovascular
25% Cardiopatía isquémica
22% Neumopatía obstructiva crónica
6% Cáncer de pulmón

Hasta el cansancio se ha repetido la importancia de disminuir las emisiones de gas carbónico. El problema es que los mortales de a pie echamos la culpa a los grandes consorcios internacionales quienes son los villanos de la tierra y actúan impunemente contra nosotros y nuestro planeta.

Error.

De las 4 millones de defunciones anuales por el aire insalubre en el mundo, el 70% está ligado a los más de tres mil millones de personas que siguen cocinando y calentando sus hogares con combustibles sólidos (es decir, madera, residuos agrícolas, quema de llantas, carbón vegetal y mineral y excrementos de animales), en fuegos abiertos y en cocinas con fugas.

Los efectos se magnifican en los meses de invierno, incrementando potencialmente en fiestas navideñas. Los pasados 25 de diciembre y 1 de enero, tan sólo en la ciudad de León, Guanajuato, ciudad altamente contaminada, se observó un incremento en la polución e índices de contaminantes en un 200%, debido principalmente a la quema de neumáticos, juegos artificiales y fogatas al aire libre. A consecuencia de este fenómeno, en estos días pudimos disfrutar de una tétrica neblina propia de la más obscura representación de Ciudad Gótica.